Questões de Espanhol - Gramática - Pronombres - Sujetos
33 Questões
Questão 77 202631
UECE 2° Fase 1° Dia 2016Bajo la piel de Picasso
[1] “El proyecto y la idea no era descubrir
obras nuevas de Picasso, sino conocer de forma
objetiva su proceso de trabajo a partir de
algunas de las obras de juventud, además de
[5] conocer mejor nuestra colección y abrir nuevas
líneas de investigación”, explica Reyes Jiménez,
responsable del Departamento de Conservación
Preventiva del Museo Picasso de Barcelona.
Pero el análisis de seis de las obras, todos
[10] retratos, de los fondos de este museo; dos
realizadas en el periodo en el que Picasso vivió
con su familia en Galicia y cuatro de su estancia
en Barcelona, hasta 1904 en que se instala en
París, han hecho aflorado otras obras
[15] anteriores.
Es el caso de Hombre con boina, de 1895,
bajo el que se ha descubierto una composición
subyacente, una pintura estrechamente ligada
a la escasa producción de su padre en el que
[20] pueden verse dos palomas, por lo que no se
descarta que Picasso pintara sobre una obra de
su padre José Ruiz. En Josep Cardona Furró, de
1899, el pintor trabajó en la tela tres veces, en
una hizo un paisaje de tejados de Barcelona
[25] que no pertenece a su época azul, sino que lo
llenó de colores. En Retrato de un desconocido
al estilo de El Greco (1899) el malagueño, que
había pintado un torso desnudo en un ejercicio
académico de la Llotja donde estudiaba, no
[30] dudó en trocearlo y reutilizarlo después de
haber sido puntuado por su profesor; mientras
que debajo de Autorretrato con peluca aparece
otra imagen de un personaje con un enorme
sombrero, que quizá es el periodista Pompeu
[35] Gener, amigo del artista de los Quatre Gats y,
por encima, antes de la última imagen, un
retrato del joven Picasso sin peluca.
“Esta forma de trabajar no es una
novedad”, remarca Jiménez por cuyas manos
[40] han pasado muchas obras del museo
barcelonés que han detectado obras
conservadas bajo la primera piel de las
pinturas. Pasó en 2010 con Ciencia y Caridad,
una obra de 1897 que el adolescente
[45] Picasso pintó sobre otra anterior dándole la
vuelta al lienzo y más reciente, en 2013,
con Azoteas de Barcelona, pintado en 1903, en
el que se vio en una capa inferior una pareja,
un tema recurrente en la producción picassiana
[50] de los años 1902 y 1903 que concluyó
magistralmente con La vida, su obra más
destacada del periodo azul y que es una de las
obras más destacadas del Museo de Arte de
Cleveland.
[55] “Queríamos conocer mejor la datación, la
estructura, el proceso creativo, los materiales y
los pigmentos empleados en seis obras
realizadas entre 1895 y 1900, del periodo de
formación del artista y realizar nuevas lecturas
[60] de estas obras”, prosigue la investigadora,
convencida de que Picasso no repintaba por un
tema económico, sino que “buscaba la textura
y la forma que le daba el pintar sobre una obra
acabada, como si fuera un objeto encontrado”.
Periódico EL PAIS – 24/11/2015 Texto adaptado.
Los pronombres personales complementos que completan correctamente la frase “Te presto el libro de matemáticas y espero que ________ ________ devuelvas pronto”, son:
Questão 42 8464727
UNITINS Caderno 1 2023/1Leia o texto para responder a questão.
Analise as assertivas a seguir.
I. Na frase “Se te gustan las mascotas”, o termo “te” é um pronome pessoal sujeito equivalente à segunda pessoa do singular.
II. O sujeito da oração é aquilo de que se gosta, ou seja, “las mascotas”.
III. Em “Cobijáme”, a partícula “me” é um pronome átono enclítico.
IV. A partícula “tí” em “Convertíte” substitui a palavra “mascotas”.
É correto o que se afirma em
Questão 19 6894050
UPF Inverno 2021Texto
El pronombre “le” de “le dio ocupado” hace referencia:
Questão 4 6852468
Unioeste Manhã 2021¡Favor lavarse las manos!
Serie “Sciense Stories” – BBC – 22 de septiembre de 2019
Semmelweis trabajaba en el Hospital General de Viena, donde la muerte acechaba las salas tan regularmente como en cualquier otro hospital de la época. Antes del triunfo de la teoría de los gérmenes en la segunda mitad del siglo XIX, la idea de que las condiciones miserables en los hospitales desempeñaran un papel en la propagación de la infección no pasaba por la mente de muchos. (…)
“A mediados del siglo XIX, se pensaba que las enfermedades se propagaban a través de nubes de un vapor venenoso en el que estaban suspendidas partículas de materia en descomposición llamadas ‘miasmas’”, le dijo a la BBC el doctor Barron H. Lerner, de la Universidad de Nueva York. Entre las personas con mayor riesgo estaban las mujeres embarazadas, particularmente las que sufrían desgarros vaginales durante el parto, pues las heridas abiertas eran el hábitat ideal para las bacterias que médicos y cirujanos llevaban de un lado a otro.
Lo primero que notó Semmelweis fue una discrepancia interesante entre las dos salas obstétricas del Hospital General de Viena, cuyas instalaciones eran idénticas. Una era atendida por estudiantes de medicina masculinos, mientras que la otra estaba bajo el cuidado de parteras. La que era supervisada por los estudiantes de medicina tenía una tasa de mortalidad 3 veces más alta. Quienes se habían dado cuenta de ese desequilibrio antes lo habían atribuido a que los estudiantes varones eran más rudos en su trato con las pacientes que las comadronas. Creían que eso comprometía la vitalidad de las madres, haciéndolas más susceptibles a desarrollar fiebre puerperal. Pero a Semmelweis no le convencía esa explicación.
Poco después, notó que cada vez que una mujer moría de fiebre infantil, un sacerdote caminaba lentamente por la sala de médicos con un asistente tocando una campana. Semmelweis teorizó que ese ritual aterrorizaba tanto a las mujeres que, después de dar a luz, desarrollaban una fiebre, se enfermaban y morían. Después de hacer que el sacerdote tomara otra ruta y abandonara la campana, comprobó, frustrado, que el cambio no había surtido ningún efecto. Pero en 1847, la muerte de uno de sus colegas por una cortada que se había hecho en la mano durante un examen post mortem, le dio la pista que necesitaba. Cortar cadáveres abiertos en ese tiempo conllevaba riesgos físicos, muchos de ellos fatales (…).
Mientras su colega moría, Semmelweis notó que sus síntomas eran muy similares a los de mujeres con fiebre puerperal. ¿Sería que los médicos que trabajan en la sala de disección llevaban “partículas cadavéricas” con ellos a las salas de parto? Semmelweis observó que muchos de los jóvenes iban directamente de una autopsia a atender a las mujeres. Como no se usaban guantes ni otras formas de equipo de protección en la sala de disección, no era raro ver estudiantes de medicina con trozos de carne, tripas o cerebros pegados a su ropa después de que las clases hubieran terminado.
La gran diferencia entre la sala de médicos y la de parteras era que los médicos realizaban autopsias y las parteras, no. Y, antes de que se entendiera bien el asunto de los gérmenes, era difícil encontrar un remedio para la miseria en los hospitales. (…)
Tras concluir que la fiebre puerperal era causada por “material infeccioso” de un cadáver, instaló una cuenca llena de solución de cal clorada en el hospital y comenzó a salvar vidas de mujeres con tres simples palabras: “LÁVESE LAS MANOS”.
Aquellos que pasaban de la sala de disección a las salas de parto tenían que usar la solución antiséptica antes de atender a pacientes vivos. Las tasas de mortalidad en la sala de estudiantes de medicina se desplomaron. En abril de 1847, la tasa era del 18,3%. Inmediatamente después de un mes de instituido el lavado de manos, las tasas cayeron a poco más del 2% en mayo.
Una de las últimas cosas que Semmelweis escribió son inquietantes: “Cuando reviso el pasado, sólo puedo disipar la tristeza que me invade imaginando ese futuro feliz en el que la infección será desterrada... La convicción de que ese momento tiene que llegar inevitable-mente, tarde o temprano, alegrará mi hora de morir”.
Adaptado de https://www.bbc.com/mundo/ Accedido el 31/01/21.
En el fragmento: “Como no se usaban guantes ni otras formas de equipo de protección en la sala de disección” — 5º párrafo — el vocablo subrayado se refiere a algo que se utiliza para cubrir
Questão 19 6893191
UPF Verão 2020La frontera del arte
Fue la batalla más larga de cuantas se pelearon en Tuscatlán o en cualquier otra región de El Salvador. Empezó a la
medianoche, cuando las primeras granadas cayeron desde la loma, y duró toda la noche y hasta la tarde del día siguiente. Los
militares decían que Cinquera era inexpugnable. Cuatro veces la habían asaltado los guerrilleros, y cuatro veces habían
fracasado. La quinta vez, cuando se alzó la bandera blanca en el mástil de la comandancia, los tiros al aire empezaron los
festejos.
Julio Ama, que peleaba y fotografiaba la guerra, andaba caminando por las calles. Llevaba su fusil en la mano y la cámara,
también cargada y lista para disparar, colgada del cuello. Andaba Julio por las calles polvorientas, en busca de los hermanos
gemelos. Esos gemelos eran los únicos sobrevivientes de una aldea exterminada por el ejército. Tenían dieciséis años. Les
gustaba combatir junto a Julio; y en las entreguerras, él les enseñaba a leer y fotografiar. En el torbellino de esta batalla, Julio
había perdido a los gemelos, y ahora no los veía entre los vivos ni entre los muertos.
Caminó a través del parque. En la esquina de la iglesia, se metió en un callejón. Y entonces, por fin, los encontró. Uno de los
gemelos estaba sentado en el suelo, de espaldas contra un muro. Sobre sus rodillas, yacía el otro, bañado en sangre; y a los
pies, en cruz, estaban los dos fusiles.
Julio se acercó, quizá dijo algo. El gemelo que vivía no dijo nada, ni se movió: estaba allí, pero no estaba. Sus ojos, que no
pestañeaban, miraban sin ver, perdidos en alguna parte, en ninguna parte; y en esa cara sin lágrimas estaba toda la guerra y
estaba todo el dolor.
Julio dejó su fusil en el suelo y empuñó la cámara. Corrió la película, calculó en un santiamén la luz y la distancia y puso en foco
la imagen. Los hermanos estaban en el centro del visor, inmóviles, perfectamente recortados contra el muro recién mordido
por las balas.
Julio iba a tomar la foto de su vida, pero el dedo no quiso. Julio lo intentó, volvió a intertarlo, y el dedo no quiso. Entonces bajó
la cámara, sin apretar el dispatador, y se retiró en silencio.
La cámara, una Minolta, murió en otra batalla, ahogada en lluvia, un año después.
(GALEANO, Eduardo. El libro de los abrazos. Madrid: Siglo XXI, 1999, pág 14-15)
El pronombre “los” de la expresión “los encontró” (línea 11), se refiere a:
Questão 82 6332759
UECE 1ª Fase 2020/2T E X T O
Un error positivo
Montero Glez
Hay errores que cuestan vidas. Lo
estamos viviendo. Pero no vamos a entrar
ahora a hacer juicios de valor sobre la manera
de manejar una crisis de dimensiones
[5]virulentas. Y no porque nuestros
representantes políticos no merezcan tales
juicios, sino porque hace falta un poco más de
aire entre tanta contaminación mediática. Con
tales principios, vamos a contar cómo un error
[10] de traducción dio lugar a un conjunto de libros
de astronomía popular que, a su vez,
inspirarían algunas de las novelas de ciencia
ficción más importantes de todos los tiempos.
Lowell aseguraba que en Marte existía
[15] vida inteligente pues, sin ella, no se habría
podido construir toda aquella red de acequias
para transportar agua.
Nos referimos a los episodios escritos
por Percival Lowell (1855-1916), un excéntrico
[20] millonario norteamericano con vicios de
astrónomo que afirmaba que existían canales
artificiales en Marte y, por lo tanto, vida
extraterrestre. Para demostrarlo, construyó un
observatorio privado en Arizona que hoy
[25] permanece en activo. Se trata del
Observatorio Lowell, desde el cual, en 1930 se
descubriría un planeta enano que recibió el
nombre de Plutón.
Pero volvamos a la Tierra donde, en vida
[30] de Lowell, el astrónomo italiano Giovanni
Virginio Schiaparelli observó con su telescopio
el planeta Marte. Tenía la intención de
estudiarlo a fondo y, detallando el planeta
rojo, pudo comprobar cómo una densa capa de
[35] líneas se extendía sobre la superficie.
Schiaparelli las denominó “canali” y con ello,
publicó el mapa del planeta Marte en 1888.
Fue un trabajo pionero de la astronomía que
despertó la curiosidad de muchos aficionados
[40] entre los que se encontraba el excéntrico
Percival Lowell.
Debido a un error en la traducción del
trabajo de Schiaparelli se inició, sin querer,
todo un género de novelas. Los “canali” que
[45] observó Schiaparelli fueron vertidos en inglés
como “canals” en vez de como “channels”, tal
y como hubiese sido lo correcto. De esta
manera, la palabra “canals” implica una
construcción artificial mientras que la palabra
[50] “channels” se refiere a un accidente natural.
A partir de este error, Percival Lowell se
dispuso a encontrar huellas extraterrestres en
el planeta rojo. Hay que recordar que un
planeta es una forma espontánea y lo que
[55] Lowell pretendía era encontrar formas vivas
que lo habitasen. Aunque no las encontró, las
imaginó hasta convertirlas en certezas
científicas. Ajustando su ojo al telescopio, echó
a volar su imaginación cuando observó los
[60] numerosos canales que cubrían la superficie
de Marte, llegando a afirmar que el planeta
estaba habitado por una antigua civilización.
Aseguraba que en Marte existía vida
inteligente pues, sin ella, no se habría podido
[65] construir toda aquella red de acequias para
transportar agua. Con estas cosas publicaría
Mars (1895), Mars and Its Canals (1906) y The
Genesis of the Planets (1916). Su serie sobre
el planeta rojo inspiraría a Herbert George
[70] Wells para escribir “La Guerra de los Mundos”
y, posteriormente, cuando ya se desveló que
los estudios de Percival carecían de rigor
científico, Ray Bradbury se sirvió de ellos para
sus “Crónicas Marcianas”. De esta manera,
[75] tratando las contradicciones a partir de un
error, se consiguió la coherencia en la ficción.
Montero Glez. Periódico El País, 26/03/2020.
El término “ello” (línea 36) es
Pastas
06