Questões de Espanhol - Gramática - Pronombres - Personales
31 Questões
Questão 23 13113328
UESB 1º dia 2024O texto seguinte servirá de base para responder à questão.
https://commememucho.com/2018/03/19/mafalda-y-su-sopa/
"¡No la tomo y no la tomo!"
Volviendo al diálogo entre Mafalda y su madre, se comprende que los pronombres señalados hacen referencia:
Questão 19 10800681
UPF Verão 2023Texto
Isabel II, un siglo de monarquía
Durante más de 70 años la reina mantuvo la neutralidad que garantizó la continuidad de la Corona británica
La reina Isabel II, en un retrato oficial tomado en 1953, cuando tenía 27 años. AFP (AFP)
Con la muerte de Isabel II, el Reino Unido y la comunidad internacional asisten a la desaparición de una figura que ha atravesado
desde un lugar privilegiado las grandes etapas de la segunda mitad del siglo XX y casi del primer cuarto del presente siglo. Su
larguísimo reinado (cerca de 71 años) ha sido el más longevo de la historia británica, y ha abarcado desde la reordenación global
del mundo tras la II Guerra Mundial hasta el desmoronamiento de algunos de sus actores principales como la Unión Soviética.
[5] Desde la pérdida del Imperio Británico hasta el papel que debía jugar la monarquía en esa nueva realidad.
Coronada en febrero de 1952 a la edad de 25 años, a Isabel II le tocó presidir la desaparición definitiva del Imperio Británico,
que ya había perdido en 1945 bajo el reinado de Jorge VI su territorio más preciado, la India. El Reino Unido pasó en pocas
décadas de superpotencia mundial a potencia importante, un cambio aceptado con pragmatismo por la soberana fallecida para
quien lo más importante siempre fue, por encima de todo, e incluyendo a su propia familia, la continuidad de la Corona.
[10] También fueron sustanciales los cambios en el interior de su país. En el transcurso de siete décadas conoció a 15 primeros
ministros que encontraron a una reina que mantuvo la distancia institucional. El abundante anecdotario sobre sus opiniones
privadas forma parte de la recreación más o menos ficcionada pero quedó fuera del alcance de la opinión pública, a excepción,
quizá, de una relación cuando menos tirante con Margaret Thatcher. Sufrió en su propia familia el terrorismo del IRA con el
asesinato en 1979 de Lord Mountbatten, pero respetó los Acuerdos de Viernes Santo de 1998 y en 2012 estrechó la mano y
[15] conversó con el excomandante de esa organización, Martin McGuinness, en su calidad de vice primer ministro de Irlanda del
Norte. El exlíder terrorista alabó en público a la reina por su apoyo al proceso de paz y ante el referéndum en 2014 por la
independencia de Escocia, Isabel II se declaró “neutral”.
Tal vez los mayores quebraderos de cabeza hayan venido de los avatares familiares y los interiores laberínticos de Windsor.
Poco antes de ser coronada, su hermana le anunció que se casaba con alguien que no era de sangre real. Algunos de sus hijos
[20] siguieron el mismo camino para escándalo anacrónico de una familia de rígidas tradiciones. Pero sin duda la persona que pudo
llegar a desestabilizar de forma más evidente a Isabel II fue la compleja y dolorosa relación de la familia real con Diana de Gales.
La fría reacción de la reina ante el fallecimiento hace ahora 25 años de Lady Di evidenció una distancia inédita entre buena parte
del país y su reina. Con un alto coste de imagen y mucho tiempo después, Isabel II logró suturar esa herida volviendo a su
impávida institucionalidad, pese a los avatares amorosos, financieros y penales que han afectado en los últimos años a sus hijos
[25] y nietos. La inverosímil edad a la que llega su hijo Carlos (73 años) y su mujer y reina consorte, Camila de Cornualles, a la
transmisión de la Corona hace un poco más enigmática la forma de continuidad que encontrará una institución que vive,
precisamente, de su capacidad autosuficiente de garantizarla.
Fuente: https://elpais.com/opinion/2022-09-09/isabel-ii-un-siglo-de-monarquia.html. Accedido el 09 de septiembre de 2022.
El pronombre “le” (línea 19) hace referencia a:
Questão 49 10779932
UFN Inverno 2022Educar en valores. El amor a la naturaleza
Muchos padres nos preguntamos cómo conectar a los niños con la naturaleza y diversificar su experiencia al aire libre, entre los árboles, arbustos, flores, pastos... Todos sabemos lo importante que es para los niños, desde muy pequeños, aprender, a través de sus padres y sus educadores, a respetar y a valorar la naturaleza. El amor por la naturaleza les llevará a cuidar y apreciar al mundo natural, y a actuar en correspondencia con estos sentimientos, contribuyendo a protección y preservación.
Es necesario que los niños comprendan que la salud del mundo depende de todos nosotros, de lo que hagamos para conservar y hacer con que el medio ambiente esté cuidado, bello y radiante. Hay que cuidar al mundo. La Tierra es nuestro planeta, cuidarla es nuestro deber. Para conseguir que los niños tengan amor por la naturaleza el mejor camino es enriquecer sus vivencias, planificar actividades con el objetivo de enseñarlos a amar el medio ambiente, facilitar el contacto del niño con el campo, montañas, ríos, y todo lo que engloba la naturaleza, y darles la posibilidad de observar, preguntar, y expresar sus ideas en cuanto al tema. Considerando mi amor por la naturaleza y la educación medioambiental que doy a mi hija, he reunido algunas ideas para ayudarles a acercar sus hijos a la naturaleza:
1. Siempre que sea posible, realiza paseos por el campo con los niños. La naturaleza alberga muchas y variadas sorpresas en colores y formas. Un paseo, sin más.
2. Haz excursiones a alguna granja con los niños para que conozcan la vida de los animales de granja.
3. Aprende y enseña a plantar un árbol con los niños. Sería interesante también invitarles a hacer un huerto.
4. Dibuja o imprime dibujos de insectos para que los niños coloreen o pinten.
5. Cuiden a una mascota y respetando a los animales, los ríos, a las plantas y sus flores.
6. Haz una visita a algún jardín botánico.
7. Si tienes en casa algún lugar con tierra, enseña jardinería a los niños, y enséñales a plantar fresas, arándanos, pimientos, tomates, y sembrar, cuidar y luego colectar para comer.
8. Crea juegos con la tierra, a escavar, a moldearla. El contacto con la tierra, con el barro, es muy divertido para los niños.
9. Escucha con tus hijos los sonidos de pájaros y enséñales a identificar cada uno de ellos.
10. Anima a tus hijos a pintar la naturaleza. Cómprales un cuaderno y lápices de colores y proponles hacer dibujos y luego pintarlos.
11. ¿Vamos hacer un picnic? Nada mejor que la naturaleza para hacer un picnic con los niños. Un mantel, un cesto lleno de exquisiteces, algo de beber y punto. Momento para apreciar la naturaleza y relajar... ¿qué te parece?
El respeto a los árboles, a las plantas, flores, animales y a todo lo que existe en nuestro medio ambiente debe ser inculcado en los niños desde que son muy pequeños. No solo dando nuestro ejemplo, pero también utilizando herramientas como los cuentos y las fábulas, también leyendas, para enseñar a los niños que el planeta Tierra depende de nosotros, del cuidado y de la protección que tengamos sobre la naturaleza.
Fonte: Medina, V. Educar en valores. El amor a la naturaleza. Disponível em: https://www.guiainfantil.com/1214/educar-en-valores-elamor-a-la-naturaleza.html
No fragmento “El amor por la naturaleza les llevará a cuidar y apreciar al mundo natural, y a actuar en correspondencia con estos sentimientos, contribuyendo a protección y preservación.”
o pronome les se refere a:
Questão 16 6895607
UERJ 2022O romance El coronel no tiene quien le escriba (“Ninguém escreve ao coronel”), do colombiano Gabriel García Márquez, aborda a solidão de um coronel e sua esposa, que vivem em uma situação precária. No trecho abaixo, o diálogo do casal gira em torno da herança que Agustín, seu filho, lhes deixou.
El coronel destapó el tarro de café y comprobó que no había más de una cucharadita. Retiró la olla
del fogón, vertió la mitad del agua en el piso de tierra y con un cuchillo raspó el interior del tarro
sobre la olla hasta cuando se desprendieron las últimas raspaduras del polvo de café revueltas con
óxido de lata.
[05] Su esposa levantó el mosquitero cuando lo vio entrar al dormitorio con el café. En ese momento
empezaron los dobles. El coronel se había olvidado del entierro. Mientras su esposa tomaba el café,
descolgó la hamaca en un extremo y la enrolló en el otro, detrás de la puerta. La mujer pensó en el
muerto.
–Nació en 1922 –dijo–. Exactamente un mes después de nuestro hijo. El siete de abril.
[10] Siguió sorbiendo el café en las pausas de su respiración pedregrosa. Era una mujer construida apenas
en cartílagos blancos sobre una espina dorsal arqueada e inflexible. Los trastornos respiratorios la
obligaban a preguntar afirmando. Cuando terminó el café todavía estaba pensando en el muerto.
“Debe ser horrible estar enterrado en octubre”, dijo. Pero su marido no le puso atención. Abrió
la ventana. Octubre se había instalado en el patio. Contemplando la vegetación que reventaba en
[15] verdes intensos, las minúsculas tiendas de las lombrices en el barro, el coronel volvió a sentir el mes
aciago en los intestinos.
Sólo entonces se acordó del gallo amarrado a la pata de la cama. Era un gallo de pelea. El coronel
se ocupó del gallo a pesar de que el jueves habría preferido permanecer en la hamaca. En el curso
de la semana reventó la flora de sus vísceras. Pasó varias noches en vela, atormentado por los
[20] silbidos pulmonares de la asmática. Pero octubre concedió una tregua el viernes en la tarde. Los
compañeros de Agustín aprovecharon la ocasión para examinar el gallo. Estaba en forma.
El coronel volvió al cuarto cuando quedó solo en la casa con su mujer. Ella había reaccionado.
–Qué dicen –preguntó.
–Entusiasmados –informó el coronel–. Todos están ahorrando para apostarle al gallo.
[25] –No sé qué le han visto a ese gallo tan feo –dijo la mujer–. A mí me parece un fenómeno: tiene la cabeza muy chiquita para las patas.
–Ellos dicen que es el mejor del Departamento –replicó el coronel–. Vale como cincuenta pesos.
Tuvo la certeza de que ese argumento justificaba su determinación de conservar el gallo, herencia
del hijo. “Es una ilusión que cuesta caro”, dijo la mujer. “Cuando se acabe el maíz tendremos que
[30] alimentarlo con nuestros hígados”. El coronel se tomó todo el tiempo para pensar mientras buscaba
los pantalones de dril en el ropero.
–Es por pocos meses –dijo–. Después podemos venderlo a mejor precio.
no le puso atención. (l. 13)
El pronombre le se refiere al siguiente término:
Questão 16 7330752
UCS Inverno 2019Lucía
Brooklyn
A fines de diciembre de 2015 el invierno ____ se hacía esperar. Llegó la Navidad con su fastidio
de campanillas y la gente seguía en manga corta y sandalias, unos celebrando ese despiste de las
estaciones y otros temerosos del calentamiento global, ____ por las ventanas asomaban árboles artificiales
salpicados de escarcha plateada, creando confusión en las ardillas y los pájaros. Tres semanas después
[05] del Año Nuevo, cuando ya nadie pensaba en el retraso del calendario, la naturaleza despertó de pronto
sacudiéndose de la modorra otoñal y dejó caer la peor tormenta de nieve de la memoria colectiva.
En un sótano de Prospect Heights, una covacha de cemento y ladrillos, con un cerro de nieve en la
entrada, Lucía Maraz maldecía el frío. Tenía el carácter estoico de inundaciones, tsunamis ocasionales
y cataclismos políticos; si ninguna desgracia ocurría en un plazo prudente, se preocupaba. ____, nada
[10] la había preparado para ese invierno siberiano llegado a Brooklyn por error. Las tormentas chilenas
se limitan a la cordillera de los Andes y el sur profundo, en Tierra del Fuego, donde el continente se
desgrana en islas heridas a cuchilladas por el viento austral, el hielo parte los huesos y la vida es dura.
Lucía era de Santiago, con su fama inmerecida de clima benigno, donde el invierno es húmedo y frío y el
verano es seco y ardiente. La ciudad está encajonada entre montañas moradas, que a veces amanecen
[15] nevadas; entonces la luz más pura del mundo se refleja en esos picos de cegadora blancura. En muy
raras ocasiones cae sobre la ciudad un polvillo triste y pálido, como ceniza, que no alcanza a blanquear el
paisaje urbano antes de deshacerse en barro sucio. La nieve es siempre prístina desde lejos.
En su tabuco de Brooklyn, a un metro bajo el nivel de la calle y con mala calefacción, la nieve era
una pesadilla. Los vidrios escarchados impedían el paso de luz por las pequeñas ventanas y en el interior
[20] reinaba una penumbra apenas atenuada por las bombillas desnudas que colgaban del techo. La vivienda
contaba solo con lo esencial, una mezcolanza de muebles destartalados de segunda o tercera mano y
unos cuantos cacharros de cocina. Al dueño, Richard Bowmaster, no le interesaban ni la decoración ni la
comodidad.
Esa noche, mientras el viento rugía afuera arrastrando remolinos de nieve y colándose insolente
[25] por las rendijas, sintió el miedo visceral de la infancia. Se sabía segura en su cueva; su temor a los
elementos era absurdo, no había razón para molestar a Richard, excepto porque era la única persona a
quien podía acudir en esas circunstancias, ya que vivía en el piso de arriba. A las nueve de la noche cedió
a la necesidad de oír una voz humana y lo llamó.
– ¿Qué estás haciendo? – le preguntó, procurando disimular su aprensión.
[30] – Tocando el piano. ¿Te molesta el ruido?
– No oigo tu piano, lo único que se oye aquí abajo es el estrépito del fin del mundo. ¿Esto es normal aquí, en Brooklyn?
– De vez en cuando en invierno hace mal tiempo, Lucía.
– Tengo miedo.
[35] –¿De qué?
– Miedo sin más, nada específico. Supongo que sería estúpido pedirte que vengas a hacerme compañía un rato. Hice una cazuela, es una sopa chilena.
–¿Vegetariana?
– No. Bueno, no importa, Richard. Buenas noches.
[40] – Buenas noches.
Se tomó un trago de pisco y metió la cabeza bajo la almohada. Durmió mal, despertando cada
media hora con el mismo sueño fragmentado de haber naufragado en una sustancia densa y agria como
yogur. El sábado la tempestad había seguido su trayecto enardecido en dirección al Atlántico, pero en
Brooklyn seguía el mal tiempo, frío y nieve, y Lucía no quiso salir, porque muchas calles todavía estaban
[45] bloqueadas, aunque la tarea de despejarlas había comenzado al amanecer. Tendría muchas horas para
leer y preparar sus clases de la semana entrante.
ALLENDE, Isabel. Más allá del invierno. Barcelona: Plaza & Janes, 2017. p. 1-2. (Parcial e adaptado)
Em relação ao emprego dos pronomes, é correto afirmar que, na linha
Questão 12 12621011
UEA - SIS 3ª Etapa 2024/2026Leia o texto para responder a questão.
Los aspirantes españoles a universitarios celebraron recientemente la prueba de selectividad para el acceso a la universidad. Interrogamos a algunas de las mejores calificaciones sobre sus aspiraciones y sus costumbres y hemos descubierto una correlación entre su éxito académico y el uso racional de los dispositivos móviles y de las redes sociales.
Buenas notas, poca dependencia de las pantallas
Los chicos entrevistados provienen de toda España y en sus conductas con las pantallas hay algunos patrones. Sí frecuentan la televisión, pero más para ver películas que para ver series, porque prefieren el formato autoconclusivo que no les obliga a tener que engancharse y perder mucho tiempo. Todos ellos leen con frecuencia, pero no tienen bestsellers juveniles en su mesilla de noche, sino que se decantan por clásicos como Cien años de soledad o Los Miserables. Su red social más utilizada es Youtube, pero por intereses educativos más que por entretenimiento, y por eso siguen canales temáticos de sus intereses favoritos, charlas TED y en algún caso videojuegos que por su elevado coste no pueden adquirir. Vale la pena leer sus respuestas completas:
Inma: “No tengo Instagram. Tiktok, sí, pero no la uso, soy más de vídeos largos”.
Jorge: “Tengo las dos, pero no comparto casi nada. Me da una pereza enorme hacerme fotos y subirlas, solo alguna cosa graciosa con mis amigos. La gente bailando no me aporta mucho”.
David: “Tengo Instagram, pero no subo nada. Por no tener, no tengo ni foto de perfil. No tengo TikTok, pero veo los reels de Instagram, que es parecido. Me gustan los vídeos variados, de humor y alguno educativo o científico que me ayuda en lo académico”.
Silvia: “Tengo Instagram pero no la uso mucho. No tengo TikTok. Me la desinstalé porque no me aportaba mucho, no me enganchó”.
Iyán: “Uso TikTok para desconectar, con vídeos de gatos y cosas así. También sigo a muchos divulgadores de crímenes. Instagram, solo para contactar con gente y guardar mis stories (historias) como álbum digital”.
En cuanto a los medios que usan para informarse, todos dicen ser muy conscientes de los peligros de las fake news en redes sociales. No se dejan arrastrar por ídolos o influencers: En general, tuvieron su primer móvil entre los 12 y los 14 años. Casi todos ellos afirman que podrían pasar una semana sin él, aunque prefieren tenerlo por las posibilidades de comunicación que ofrece con sus amigos y familiares. No les causa estrés.
(www.religionenlibertad.com. Adaptado.)
Considerando o conteúdo geral do texto, um título apropriado para ele seria:
Pastas
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