T E X T O

CÓCTEL DE PLAGUICIDAS EN LOS ALIMENTOS

    Pimientos, lechugas, tomates,
manzanas… son algunos de los alimentos que
forman parte de todas las cestas de la compra.
Son sin duda los alimentos más sanos pero,
[5] debido a los métodos de cultivo intensivos,
llegan al plato contaminados con residuos de
plaguicidas.
    Expertos del Instituto de Investigación
Química y Veterinaria de Stuttgart (Alemania),
[10] tras cinco años de investigación, han concluido
que, en Alemania, el 80% de la fruta y la
verdura convencional está sobrecargada. Peor
noticia es que los científicos de Stuttgart
encontraron en los pimientos y uvas
[15] procedentes de España hasta 16 substancias
químicas diferentes. En tomates hallaron 15
tipos distintos y en fresas, 14.
    Los valores máximos permitidos para los
residuos de los más de 800 plaguicidas
[20] autorizados en Europa varían entre países. Por
el momento, los centroeuropeos y nórdicos
tienen que aceptar los productos que les llegan
más contaminados de otros países (en general
los países del sur utilizan más plaguicidas,
[25] entre otras razones por motivos climáticos)
porque son legales en origen, pero algunas
distribuidoras presionan para que en España,
Italia, Grecia y Turquía se reduzcan el uso de
plaguicidas. Además es frecuente que las
[30] autoridades de control alemanas denuncien los
productos españoles en cuanto superan los
valores permitidos (por España). Los 

consumidores españoles, según se desprende
de todo esto, son seguramente los más
[35] expuestos a los plaguicidas. Si se realizara en
España un estudio similar al citado de
Stuttgart probablemente daría como resultado
cifras mucho más alarmantes.
    La bioquímica Irene Witte, profesora de
[40] la Universidad de Oldenburg (Alemania), cree
que cuando en una pieza de fruta se combinan
varios plaguicidas a la vez pueden ocurrir
fenómenos imprevistos aún poco conocidos.
Witte lleva 20 años investigando el efecto de
[45] los plaguicidas sobre las células y ha
descubierto que los ingredientes liposolubles
de unos abren las paredes celulares para los
hidrosolubles de otros, de modo que en los
plasmas celulares tiene lugar reacciones en
[50] cascada y desconocidas. Por tanto, los efectos
sobre la salud humana tampoco se conocen
bien.

www.larevistaintegral.com/artículo_print.jsp?id=215217

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    Pimientos, lechugas, tomates,
manzanas… son algunos de los alimentos que
forman parte de todas las cestas de la compra.
Son sin duda los alimentos más sanos pero,
[5] debido a los métodos de cultivo intensivos,
llegan al plato contaminados con residuos de
plaguicidas.
    Expertos del Instituto de Investigación
Química y Veterinaria de Stuttgart (Alemania),
[10] tras cinco años de investigación, han concluido
que, en Alemania, el 80% de la fruta y la
verdura convencional está sobrecargada. Peor
noticia es que los científicos de Stuttgart
encontraron en los pimientos y uvas
[15] procedentes de España hasta 16 substancias
químicas diferentes. En tomates hallaron 15
tipos distintos y en fresas, 14.
    Los valores máximos permitidos para los
residuos de los más de 800 plaguicidas
[20] autorizados en Europa varían entre países. Por
el momento, los centroeuropeos y nórdicos
tienen que aceptar los productos que les llegan
más contaminados de otros países (en general
los países del sur utilizan más plaguicidas,
[25] entre otras razones por motivos climáticos)
porque son legales en origen, pero algunas
distribuidoras presionan para que en España,
Italia, Grecia y Turquía se reduzcan el uso de
plaguicidas. Además es frecuente que las
[30] autoridades de control alemanas denuncien los
productos españoles en cuanto superan los
valores permitidos (por España). Los 

consumidores españoles, según se desprende
de todo esto, son seguramente los más
[35] expuestos a los plaguicidas. Si se realizara en
España un estudio similar al citado de
Stuttgart probablemente daría como resultado
cifras mucho más alarmantes.
    La bioquímica Irene Witte, profesora de
[40] la Universidad de Oldenburg (Alemania), cree
que cuando en una pieza de fruta se combinan
varios plaguicidas a la vez pueden ocurrir
fenómenos imprevistos aún poco conocidos.
Witte lleva 20 años investigando el efecto de
[45] los plaguicidas sobre las células y ha
descubierto que los ingredientes liposolubles
de unos abren las paredes celulares para los
hidrosolubles de otros, de modo que en los
plasmas celulares tiene lugar reacciones en
[50] cascada y desconocidas. Por tanto, los efectos
sobre la salud humana tampoco se conocen
bien.

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    Pimientos, lechugas, tomates,
manzanas… son algunos de los alimentos que
forman parte de todas las cestas de la compra.
Son sin duda los alimentos más sanos pero,
[5] debido a los métodos de cultivo intensivos,
llegan al plato contaminados con residuos de
plaguicidas.
    Expertos del Instituto de Investigación
Química y Veterinaria de Stuttgart (Alemania),
[10] tras cinco años de investigación, han concluido
que, en Alemania, el 80% de la fruta y la
verdura convencional está sobrecargada. Peor
noticia es que los científicos de Stuttgart
encontraron en los pimientos y uvas
[15] procedentes de España hasta 16 substancias
químicas diferentes. En tomates hallaron 15
tipos distintos y en fresas, 14.
    Los valores máximos permitidos para los
residuos de los más de 800 plaguicidas
[20] autorizados en Europa varían entre países. Por
el momento, los centroeuropeos y nórdicos
tienen que aceptar los productos que les llegan
más contaminados de otros países (en general
los países del sur utilizan más plaguicidas,
[25] entre otras razones por motivos climáticos)
porque son legales en origen, pero algunas
distribuidoras presionan para que en España,
Italia, Grecia y Turquía se reduzcan el uso de
plaguicidas. Además es frecuente que las
[30] autoridades de control alemanas denuncien los
productos españoles en cuanto superan los
valores permitidos (por España). Los 

consumidores españoles, según se desprende
de todo esto, son seguramente los más
[35] expuestos a los plaguicidas. Si se realizara en
España un estudio similar al citado de
Stuttgart probablemente daría como resultado
cifras mucho más alarmantes.
    La bioquímica Irene Witte, profesora de
[40] la Universidad de Oldenburg (Alemania), cree
que cuando en una pieza de fruta se combinan
varios plaguicidas a la vez pueden ocurrir
fenómenos imprevistos aún poco conocidos.
Witte lleva 20 años investigando el efecto de
[45] los plaguicidas sobre las células y ha
descubierto que los ingredientes liposolubles
de unos abren las paredes celulares para los
hidrosolubles de otros, de modo que en los
plasmas celulares tiene lugar reacciones en
[50] cascada y desconocidas. Por tanto, los efectos
sobre la salud humana tampoco se conocen
bien.

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CÓCTEL DE PLAGUICIDAS EN LOS ALIMENTOS

    Pimientos, lechugas, tomates,
manzanas… son algunos de los alimentos que
forman parte de todas las cestas de la compra.
Son sin duda los alimentos más sanos pero,
[5] debido a los métodos de cultivo intensivos,
llegan al plato contaminados con residuos de
plaguicidas.
    Expertos del Instituto de Investigación
Química y Veterinaria de Stuttgart (Alemania),
[10] tras cinco años de investigación, han concluido
que, en Alemania, el 80% de la fruta y la
verdura convencional está sobrecargada. Peor
noticia es que los científicos de Stuttgart
encontraron en los pimientos y uvas
[15] procedentes de España hasta 16 substancias
químicas diferentes. En tomates hallaron 15
tipos distintos y en fresas, 14.
    Los valores máximos permitidos para los
residuos de los más de 800 plaguicidas
[20] autorizados en Europa varían entre países. Por
el momento, los centroeuropeos y nórdicos
tienen que aceptar los productos que les llegan
más contaminados de otros países (en general
los países del sur utilizan más plaguicidas,
[25] entre otras razones por motivos climáticos)
porque son legales en origen, pero algunas
distribuidoras presionan para que en España,
Italia, Grecia y Turquía se reduzcan el uso de
plaguicidas. Además es frecuente que las
[30] autoridades de control alemanas denuncien los
productos españoles en cuanto superan los
valores permitidos (por España). Los 

consumidores españoles, según se desprende
de todo esto, son seguramente los más
[35] expuestos a los plaguicidas. Si se realizara en
España un estudio similar al citado de
Stuttgart probablemente daría como resultado
cifras mucho más alarmantes.
    La bioquímica Irene Witte, profesora de
[40] la Universidad de Oldenburg (Alemania), cree
que cuando en una pieza de fruta se combinan
varios plaguicidas a la vez pueden ocurrir
fenómenos imprevistos aún poco conocidos.
Witte lleva 20 años investigando el efecto de
[45] los plaguicidas sobre las células y ha
descubierto que los ingredientes liposolubles
de unos abren las paredes celulares para los
hidrosolubles de otros, de modo que en los
plasmas celulares tiene lugar reacciones en
[50] cascada y desconocidas. Por tanto, los efectos
sobre la salud humana tampoco se conocen
bien.

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T E X T O

CÓCTEL DE PLAGUICIDAS EN LOS ALIMENTOS

    Pimientos, lechugas, tomates,
manzanas… son algunos de los alimentos que
forman parte de todas las cestas de la compra.
Son sin duda los alimentos más sanos pero,
[5] debido a los métodos de cultivo intensivos,
llegan al plato contaminados con residuos de
plaguicidas.
    Expertos del Instituto de Investigación
Química y Veterinaria de Stuttgart (Alemania),
[10] tras cinco años de investigación, han concluido
que, en Alemania, el 80% de la fruta y la
verdura convencional está sobrecargada. Peor
noticia es que los científicos de Stuttgart
encontraron en los pimientos y uvas
[15] procedentes de España hasta 16 substancias
químicas diferentes. En tomates hallaron 15
tipos distintos y en fresas, 14.
    Los valores máximos permitidos para los
residuos de los más de 800 plaguicidas
[20] autorizados en Europa varían entre países. Por
el momento, los centroeuropeos y nórdicos
tienen que aceptar los productos que les llegan
más contaminados de otros países (en general
los países del sur utilizan más plaguicidas,
[25] entre otras razones por motivos climáticos)
porque son legales en origen, pero algunas
distribuidoras presionan para que en España,
Italia, Grecia y Turquía se reduzcan el uso de
plaguicidas. Además es frecuente que las
[30] autoridades de control alemanas denuncien los
productos españoles en cuanto superan los
valores permitidos (por España). Los 

consumidores españoles, según se desprende
de todo esto, son seguramente los más
[35] expuestos a los plaguicidas. Si se realizara en
España un estudio similar al citado de
Stuttgart probablemente daría como resultado
cifras mucho más alarmantes.
    La bioquímica Irene Witte, profesora de
[40] la Universidad de Oldenburg (Alemania), cree
que cuando en una pieza de fruta se combinan
varios plaguicidas a la vez pueden ocurrir
fenómenos imprevistos aún poco conocidos.
Witte lleva 20 años investigando el efecto de
[45] los plaguicidas sobre las células y ha
descubierto que los ingredientes liposolubles
de unos abren las paredes celulares para los
hidrosolubles de otros, de modo que en los
plasmas celulares tiene lugar reacciones en
[50] cascada y desconocidas. Por tanto, los efectos
sobre la salud humana tampoco se conocen
bien.

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Texto para contestar la cuestione.

Quinoa básica

No necesitas ser un fanático de la salud para amar la quinoa. Esta pequeña semilla tiene muchísimas proteínas, el sabor es sutil y sirve para acompañar prácticamente cualquier plato. Asegúrate de enjuagar la quinoa antes de cocinarla para quitarle el sabor amargo. Luego de eso, colócala en una cacerola, añade dos veces la cantidad de agua o caldo que tengas de quinoa y lleva a ebullición durante 15 o 20 minutos.[...].

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