Questões
Você receberá a resposta de cada questão assim que responder, e NÃO terá estatísticas ao finalizar sua prova.
Responda essa prova como se fosse um simulado, e veja suas estatísticas no final, clique em Modo Prova
Tecnología para el verano: wifi en la playa y drones salvavidas
[…] La playa está en el punto de mira del 41,8%
de los españoles, ya que, según el Barómetro de
junio del Centro de Investigaciones Sociológicas
(CIS), los destinos de sol y playa siguen siendo la
[05] primera opción a la hora de viajar. Ante este auge
turístico de costa también surgen un buen número de
ingenios tecnológicos pensados para hacernos más
fácil, segura y conectada nuestra estancia sobre la
arena.
[10] Drones ‘in the air’
El Ayuntamiento de Torrevieja, Alicante, intentó
poner en marcha el año pasado un sistema pionero
de vigilancia y seguridad en zonas de baño mediante
drones denominado SalvaDron. Este servicio consistía
[15] en usar de aeronaves no tripuladas y controladas
de forma remota que pueden acudir rápidamente
hasta las personas en riesgo y lazarles un salvavidas
mientras llegan los medios tradicionales de rescate.
Desgraciadamente la regulación del uso de estas
[20] aeronaves está por llegar y debido a la proximidad
del aeropuerto San Javier de Murcia no se pudo
llevar a cabo la iniciativa. Aun así el Ayuntamiento
de Torrevieja no solo volverá este año a intentar
poner en marcha su proyecto de salvamento, en
[25] zonas permitidas, sino que pretende fomentar el uso
continuo de drones en el municipio para regular el
tráfico, velar por el medio ambiente y tomar medidas
de disciplina urbanística.
A raíz de esta han surgido otras iniciativas en el
[30] litoral español. Fuengirola, por ejemplo, ha anunciado
que este verano pondrá en marcha un proyecto
similar con drones pilotados a distancia que, a través
de vectores de posición y una cámara de alta calidad
que lleva incorporada, pueden localizar a un bañista
[35] en situación de peligro y lanzarle un salvavidas que
se hincha en dos segundos automáticamente, e
incluso lleva otro más por si fuera necesario usarlo.
Fuengirola se ha puesto las pilas en cuestión de
experiencia de usuario, ya que además de ofrecer wifi
[40] a pie de toalla, ha incorporado taquillas tecnológicas
donde los bañistas pueden guardar sus pertenencias
y cargar sus móviles con la energía solar que nutre
a éstas.
Un poco de ‘wifi playero’
[45] Son varias las localidades costeras que,
conscientes del auge del uso del móvil, instalan
zonas wifi gratuitas en sus playas para atraer turistas.
Algunas de ellas como Punta Umbría (Huelva),
Barcelona o Calvià (Mallorca) llevan haciéndolo
[50] varias temporadas. Para localizar cuales son los
puntos de wifi más cercanos o incluir los nuevos que
nos vayamos encontrando podemos usar Wifium,
una web colaborativa que aporta un mapa para mejor
localización de estos puntos de conexión.[…]
[55] Protección ante todo
Uno de los riesgos más comunes cuando se
visita una playa en verano es el índice de radiación
ultravioleta (UV). Para evitar que nos afecte se
han creado diversas iniciativas tecnológicas como
[60] la aplicación UV-Derma, una herramienta gratuita
que previene que los usuarios sufran quemaduras
solares. Creada por expertos en dermatología de la
Fundación Piel Sana de la Academia Española de
Dermatología y Venereología, nos dice cuanto tiempo
[65] podemos estar al sol sin dañar nuestra piel, tomando
como referencia el lugar en el que nos encontramos,
nuestro tipo de piel y el índice de radicación UV.
UVLens, por su parte, es otra aplicación móvil que
accede en tiempo real a los informes meteorológicos
[70] sobre radiación ultravioleta y nos dice el tiempo que
podemos tomar el sol y qué factor de protección
necesitamos en cada momento.
En cuanto a seguridad en la playa, existe una
forma rápida de avisar a los servicios de emergencia
[75] a través de la aplicación Alpify. Con ella podemos
enviar una alerta a los servicios de emergencia
del 112 simplemente pulsando un botón rojo que
aparece en la pantalla del móvil. De esta forma se
envía información imprescindible para localizar al
[80] afectado como: las coordenadas en las que se sitúa,
el porcentaje de batería del móvil y todos los datos
que se hayan incluido previamente en la app como
alergias u otro tipo de problemas médicos. Lo mejor
es que se activa un localizador que envía nuestra
[85] posición cada tres minutos, muy útil también para no
despistarse en una playa demasiado concurrida.
Precisamente para evitar que los más pequeños
se pierdan, los wearables también facilitan que nuestra
estancia en la playa sea más segura. El Ayuntamiento
[90] de Castellón de la Plana ofrece cada año una pulsera
inteligente para poner a los pequeños y que contiene
un chip con los datos de contacto de los familiares,
algo que hace más fácil su localización en caso de
que el niño se pierda en la playa.
[95] Pero si necesitamos un artilugio más personal,
existen los relojes infantiles Pikavú que permiten
localizar al niño por geolocalización GPS. Es
resistente a los golpes, al agua y lleva un cierre
de seguridad que dificulta que el niño lo pierda. El
[100] reloj se comercializa junto a una cuota mensual que
permite el uso de su plataforma.
Si nos ponemos en el peor de los casos es crucial
tener algunos conocimientos de primeros auxilios.
Es importante haber asistido personalmente a
[105] algún cursillo previo sobre técnicas de reanimación,
pero si no hay más alternativa podremos echar mano
de la app Manual de Primeros Auxilios, que además
de indicarnos estas prácticas, nos informa de lo que
hay que hacer en caso de deshidratación, golpes
[110] de calor, esguinces o quemaduras, entre otros, que
pueden estropear un feliz día de playa.
Bañador, toalla y aplicaciones
Si lo que queremos es información puntual para
saber a qué playa dirigirnos hay aplicaciones como
[115] iBeach donde encontraremos fotografías y una
descripción de las playas con sus características,
servicios, información sobre el oleaje, el viento o
incluso la temperatura del mar. Playea, por su lado,
es otra app que nos indica qué playas son óptimas
[120] para ir con niños, las que tienen bandera azul, cuales
admiten el baño a perros, si cuentan con chiringuito
o si son nudistas. Su buscador permite filtrar a través
de 35 parámetros que harán que nos acerquemos
lo máximo posible a encontrar la playa de nuestros
[125] sueños. […]
Texto adaptado de Miguel Ángel Corcobado, publicado en El País, el 12/07/2017.
El objetivo del texto es
HOW TO BE WISER
Wisdom is something that is hard to define and
yet somehow we know it when we see it. Wise people
stay calm in a crisis. They can step back and see the
bigger picture. They are thoughtful and self-reflective.
[5] Although intelligence helps, you can be intelligent
without being wise. Wise people tolerate uncertainty
and remain optimistic that even tricky problems do
have solutions.
Wise reasoning is associated with a whole
[10] lot of positives: higher life satisfaction, fewer
negative feelings, better relationships and less
depressive rumination, according to Igor Grossman
of the University of Waterloo in Canada. He and
his colleagues even found evidence that the wisest
[15] people might live longer. The wiser people were, the
higher their levels of well-being, particularly as they
got older. Intelligence made no difference to well-
being, probably because IQ levels do not reflect a
person’s ability to foster good relationships or make
[20] decisions in everyday life.
Grossman is convinced that wisdom is not simply
a stable trait that you either possess or don’t. It means
that at least we are wise some of the time. Think
back to yesterday. What was the most challenging
[25] situation you faced in your day? And how did you
work out what to do? Grossman put questions like
these to the participants in his recent study. People
wrote about being late for meetings because of the
traffic or the arguments they had with families and
[30] colleagues. The researchers examined their styles of
reasoning in order to assess their wisdom. Did they
recognise that their knowledge was limited? Did they
see any positives in what seemed on the face of it to
be a negative situation? He found that some people
[35] appeared to be wise sages in one situation, but not in
another.
So why the difference in different situations?
People were wiser when they were with their friends. It
made them more likely to consider the bigger picture,
[40] to think of other perspectives and to recognise the
limits of their own knowledge. When people were
alone they seemed to get so involved in a situation,
that they did not even think about alternatives. “We
are possibly all capable of some aspect of wisdom.
[45] It’s just not all the time,” says Grossman. If we can
be wise sometimes, maybe we can learn to be wise
more often.
For Cornell University psychologist Robert
Sternberg, wisdom is all about balance. A wise person
[50] is able to complete a mental juggling act – to balance
the short-term with the long-term, self-interest with the
interests of others, while considering all the options.
Following Sternberg’s model, what you need to do is
to remember to work out what all the different interests
[55] are in a given dilemma, both in the short and long-
term and to pay attention to the changing environment
and how it might be shaped.
In a kind of school of wisdom, Grossman has
experimented with different strategies in the lab.
[60] People were taught to take a different perspective by
imagining they were taking a bird’s-eye-view of the
situation or as if they were watching events as a fly on
the wall. The idea is to try to distance yourself from the
immediate experience. Even talking about yourself in
[65] the third person can help. Sometimes we could take
it a step further than speaking in the third person and
actually ask someone else what they think we should
do. We are often wiser about other people’s lives than
about our own
[70] Although we are bad at judging our own time-
frames, we are much better at working out other
people’s. In one study, students were asked to estimate
when they were likely to finish an assignment and
when other students would finish theirs. They were
[75] far better at guessing other people’s timings, because
they took into account unpredictable interruptions
such as getting the flu or coming home to find the
washing machine has flooded the kitchen. When it
comes to our own lives, our natural optimism seems
[80] to stop us factoring in potential problems.
So can you set out to be wise? Yes, but you need
to take into account that people will have different
goals, priorities and responses to your own, across
the short- and long-term. If you can juggle all that,
[85] you probably are showing wisdom. But the complexity
should not stop us from trying. As Grossman told me,
“It’s not that you suddenly become the next Buddha,
but you do become a little bit wiser.”
Available at: http://www.bbc.com/future/story/20170124-how- -to-be-wiser. Retrieved on: 24 Jan. 2017. Adapted.
The communicative intention of the text is to
Tecnología para el verano: wifi en la playa y drones salvavidas
[…] La playa está en el punto de mira del 41,8%
de los españoles, ya que, según el Barómetro de
junio del Centro de Investigaciones Sociológicas
(CIS), los destinos de sol y playa siguen siendo la
[05] primera opción a la hora de viajar. Ante este auge
turístico de costa también surgen un buen número de
ingenios tecnológicos pensados para hacernos más
fácil, segura y conectada nuestra estancia sobre la
arena.
[10] Drones ‘in the air’
El Ayuntamiento de Torrevieja, Alicante, intentó
poner en marcha el año pasado un sistema pionero
de vigilancia y seguridad en zonas de baño mediante
drones denominado SalvaDron. Este servicio consistía
[15] en usar de aeronaves no tripuladas y controladas
de forma remota que pueden acudir rápidamente
hasta las personas en riesgo y lazarles un salvavidas
mientras llegan los medios tradicionales de rescate.
Desgraciadamente la regulación del uso de estas
[20] aeronaves está por llegar y debido a la proximidad
del aeropuerto San Javier de Murcia no se pudo
llevar a cabo la iniciativa. Aun así el Ayuntamiento
de Torrevieja no solo volverá este año a intentar
poner en marcha su proyecto de salvamento, en
[25] zonas permitidas, sino que pretende fomentar el uso
continuo de drones en el municipio para regular el
tráfico, velar por el medio ambiente y tomar medidas
de disciplina urbanística.
A raíz de esta han surgido otras iniciativas en el
[30] litoral español. Fuengirola, por ejemplo, ha anunciado
que este verano pondrá en marcha un proyecto
similar con drones pilotados a distancia que, a través
de vectores de posición y una cámara de alta calidad
que lleva incorporada, pueden localizar a un bañista
[35] en situación de peligro y lanzarle un salvavidas que
se hincha en dos segundos automáticamente, e
incluso lleva otro más por si fuera necesario usarlo.
Fuengirola se ha puesto las pilas en cuestión de
experiencia de usuario, ya que además de ofrecer wifi
[40] a pie de toalla, ha incorporado taquillas tecnológicas
donde los bañistas pueden guardar sus pertenencias
y cargar sus móviles con la energía solar que nutre
a éstas.
Un poco de ‘wifi playero’
[45] Son varias las localidades costeras que,
conscientes del auge del uso del móvil, instalan
zonas wifi gratuitas en sus playas para atraer turistas.
Algunas de ellas como Punta Umbría (Huelva),
Barcelona o Calvià (Mallorca) llevan haciéndolo
[50] varias temporadas. Para localizar cuales son los
puntos de wifi más cercanos o incluir los nuevos que
nos vayamos encontrando podemos usar Wifium,
una web colaborativa que aporta un mapa para mejor
localización de estos puntos de conexión.[…]
[55] Protección ante todo
Uno de los riesgos más comunes cuando se
visita una playa en verano es el índice de radiación
ultravioleta (UV). Para evitar que nos afecte se
han creado diversas iniciativas tecnológicas como
[60] la aplicación UV-Derma, una herramienta gratuita
que previene que los usuarios sufran quemaduras
solares. Creada por expertos en dermatología de la
Fundación Piel Sana de la Academia Española de
Dermatología y Venereología, nos dice cuanto tiempo
[65] podemos estar al sol sin dañar nuestra piel, tomando
como referencia el lugar en el que nos encontramos,
nuestro tipo de piel y el índice de radicación UV.
UVLens, por su parte, es otra aplicación móvil que
accede en tiempo real a los informes meteorológicos
[70] sobre radiación ultravioleta y nos dice el tiempo que
podemos tomar el sol y qué factor de protección
necesitamos en cada momento.
En cuanto a seguridad en la playa, existe una
forma rápida de avisar a los servicios de emergencia
[75] a través de la aplicación Alpify. Con ella podemos
enviar una alerta a los servicios de emergencia
del 112 simplemente pulsando un botón rojo que
aparece en la pantalla del móvil. De esta forma se
envía información imprescindible para localizar al
[80] afectado como: las coordenadas en las que se sitúa,
el porcentaje de batería del móvil y todos los datos
que se hayan incluido previamente en la app como
alergias u otro tipo de problemas médicos. Lo mejor
es que se activa un localizador que envía nuestra
[85] posición cada tres minutos, muy útil también para no
despistarse en una playa demasiado concurrida.
Precisamente para evitar que los más pequeños
se pierdan, los wearables también facilitan que nuestra
estancia en la playa sea más segura. El Ayuntamiento
[90] de Castellón de la Plana ofrece cada año una pulsera
inteligente para poner a los pequeños y que contiene
un chip con los datos de contacto de los familiares,
algo que hace más fácil su localización en caso de
que el niño se pierda en la playa.
[95] Pero si necesitamos un artilugio más personal,
existen los relojes infantiles Pikavú que permiten
localizar al niño por geolocalización GPS. Es
resistente a los golpes, al agua y lleva un cierre
de seguridad que dificulta que el niño lo pierda. El
[100] reloj se comercializa junto a una cuota mensual que
permite el uso de su plataforma.
Si nos ponemos en el peor de los casos es crucial
tener algunos conocimientos de primeros auxilios.
Es importante haber asistido personalmente a
[105] algún cursillo previo sobre técnicas de reanimación,
pero si no hay más alternativa podremos echar mano
de la app Manual de Primeros Auxilios, que además
de indicarnos estas prácticas, nos informa de lo que
hay que hacer en caso de deshidratación, golpes
[110] de calor, esguinces o quemaduras, entre otros, que
pueden estropear un feliz día de playa.
Bañador, toalla y aplicaciones
Si lo que queremos es información puntual para
saber a qué playa dirigirnos hay aplicaciones como
[115] iBeach donde encontraremos fotografías y una
descripción de las playas con sus características,
servicios, información sobre el oleaje, el viento o
incluso la temperatura del mar. Playea, por su lado,
es otra app que nos indica qué playas son óptimas
[120] para ir con niños, las que tienen bandera azul, cuales
admiten el baño a perros, si cuentan con chiringuito
o si son nudistas. Su buscador permite filtrar a través
de 35 parámetros que harán que nos acerquemos
lo máximo posible a encontrar la playa de nuestros
[125] sueños. […]
Texto adaptado de Miguel Ángel Corcobado, publicado en El País, el 12/07/2017.
Tras la lectura del texto podemos inferir que la ÚNICA alternativa que NO corresponde a lo que dice el texto es:
HOW TO BE WISER
Wisdom is something that is hard to define and
yet somehow we know it when we see it. Wise people
stay calm in a crisis. They can step back and see the
bigger picture. They are thoughtful and self-reflective.
[5] Although intelligence helps, you can be intelligent
without being wise. Wise people tolerate uncertainty
and remain optimistic that even tricky problems do
have solutions.
Wise reasoning is associated with a whole
[10] lot of positives: higher life satisfaction, fewer
negative feelings, better relationships and less
depressive rumination, according to Igor Grossman
of the University of Waterloo in Canada. He and
his colleagues even found evidence that the wisest
[15] people might live longer. The wiser people were, the
higher their levels of well-being, particularly as they
got older. Intelligence made no difference to well-
being, probably because IQ levels do not reflect a
person’s ability to foster good relationships or make
[20] decisions in everyday life.
Grossman is convinced that wisdom is not simply
a stable trait that you either possess or don’t. It means
that at least we are wise some of the time. Think
back to yesterday. What was the most challenging
[25] situation you faced in your day? And how did you
work out what to do? Grossman put questions like
these to the participants in his recent study. People
wrote about being late for meetings because of the
traffic or the arguments they had with families and
[30] colleagues. The researchers examined their styles of
reasoning in order to assess their wisdom. Did they
recognise that their knowledge was limited? Did they
see any positives in what seemed on the face of it to
be a negative situation? He found that some people
[35] appeared to be wise sages in one situation, but not in
another.
So why the difference in different situations?
People were wiser when they were with their friends. It
made them more likely to consider the bigger picture,
[40] to think of other perspectives and to recognise the
limits of their own knowledge. When people were
alone they seemed to get so involved in a situation,
that they did not even think about alternatives. “We
are possibly all capable of some aspect of wisdom.
[45] It’s just not all the time,” says Grossman. If we can
be wise sometimes, maybe we can learn to be wise
more often.
For Cornell University psychologist Robert
Sternberg, wisdom is all about balance. A wise person
[50] is able to complete a mental juggling act – to balance
the short-term with the long-term, self-interest with the
interests of others, while considering all the options.
Following Sternberg’s model, what you need to do is
to remember to work out what all the different interests
[55] are in a given dilemma, both in the short and long-
term and to pay attention to the changing environment
and how it might be shaped.
In a kind of school of wisdom, Grossman has
experimented with different strategies in the lab.
[60] People were taught to take a different perspective by
imagining they were taking a bird’s-eye-view of the
situation or as if they were watching events as a fly on
the wall. The idea is to try to distance yourself from the
immediate experience. Even talking about yourself in
[65] the third person can help. Sometimes we could take
it a step further than speaking in the third person and
actually ask someone else what they think we should
do. We are often wiser about other people’s lives than
about our own
[70] Although we are bad at judging our own time-
frames, we are much better at working out other
people’s. In one study, students were asked to estimate
when they were likely to finish an assignment and
when other students would finish theirs. They were
[75] far better at guessing other people’s timings, because
they took into account unpredictable interruptions
such as getting the flu or coming home to find the
washing machine has flooded the kitchen. When it
comes to our own lives, our natural optimism seems
[80] to stop us factoring in potential problems.
So can you set out to be wise? Yes, but you need
to take into account that people will have different
goals, priorities and responses to your own, across
the short- and long-term. If you can juggle all that,
[85] you probably are showing wisdom. But the complexity
should not stop us from trying. As Grossman told me,
“It’s not that you suddenly become the next Buddha,
but you do become a little bit wiser.”
Available at: http://www.bbc.com/future/story/20170124-how- -to-be-wiser. Retrieved on: 24 Jan. 2017. Adapted.
When discussing the benefits associated with wise reasoning, the author mentions all items below, EXCEPT
Tecnología para el verano: wifi en la playa y drones salvavidas
[…] La playa está en el punto de mira del 41,8%
de los españoles, ya que, según el Barómetro de
junio del Centro de Investigaciones Sociológicas
(CIS), los destinos de sol y playa siguen siendo la
[05] primera opción a la hora de viajar. Ante este auge
turístico de costa también surgen un buen número de
ingenios tecnológicos pensados para hacernos más
fácil, segura y conectada nuestra estancia sobre la
arena.
[10] Drones ‘in the air’
El Ayuntamiento de Torrevieja, Alicante, intentó
poner en marcha el año pasado un sistema pionero
de vigilancia y seguridad en zonas de baño mediante
drones denominado SalvaDron. Este servicio consistía
[15] en usar de aeronaves no tripuladas y controladas
de forma remota que pueden acudir rápidamente
hasta las personas en riesgo y lazarles un salvavidas
mientras llegan los medios tradicionales de rescate.
Desgraciadamente la regulación del uso de estas
[20] aeronaves está por llegar y debido a la proximidad
del aeropuerto San Javier de Murcia no se pudo
llevar a cabo la iniciativa. Aun así el Ayuntamiento
de Torrevieja no solo volverá este año a intentar
poner en marcha su proyecto de salvamento, en
[25] zonas permitidas, sino que pretende fomentar el uso
continuo de drones en el municipio para regular el
tráfico, velar por el medio ambiente y tomar medidas
de disciplina urbanística.
A raíz de esta han surgido otras iniciativas en el
[30] litoral español. Fuengirola, por ejemplo, ha anunciado
que este verano pondrá en marcha un proyecto
similar con drones pilotados a distancia que, a través
de vectores de posición y una cámara de alta calidad
que lleva incorporada, pueden localizar a un bañista
[35] en situación de peligro y lanzarle un salvavidas que
se hincha en dos segundos automáticamente, e
incluso lleva otro más por si fuera necesario usarlo.
Fuengirola se ha puesto las pilas en cuestión de
experiencia de usuario, ya que además de ofrecer wifi
[40] a pie de toalla, ha incorporado taquillas tecnológicas
donde los bañistas pueden guardar sus pertenencias
y cargar sus móviles con la energía solar que nutre
a éstas.
Un poco de ‘wifi playero’
[45] Son varias las localidades costeras que,
conscientes del auge del uso del móvil, instalan
zonas wifi gratuitas en sus playas para atraer turistas.
Algunas de ellas como Punta Umbría (Huelva),
Barcelona o Calvià (Mallorca) llevan haciéndolo
[50] varias temporadas. Para localizar cuales son los
puntos de wifi más cercanos o incluir los nuevos que
nos vayamos encontrando podemos usar Wifium,
una web colaborativa que aporta un mapa para mejor
localización de estos puntos de conexión.[…]
[55] Protección ante todo
Uno de los riesgos más comunes cuando se
visita una playa en verano es el índice de radiación
ultravioleta (UV). Para evitar que nos afecte se
han creado diversas iniciativas tecnológicas como
[60] la aplicación UV-Derma, una herramienta gratuita
que previene que los usuarios sufran quemaduras
solares. Creada por expertos en dermatología de la
Fundación Piel Sana de la Academia Española de
Dermatología y Venereología, nos dice cuanto tiempo
[65] podemos estar al sol sin dañar nuestra piel, tomando
como referencia el lugar en el que nos encontramos,
nuestro tipo de piel y el índice de radicación UV.
UVLens, por su parte, es otra aplicación móvil que
accede en tiempo real a los informes meteorológicos
[70] sobre radiación ultravioleta y nos dice el tiempo que
podemos tomar el sol y qué factor de protección
necesitamos en cada momento.
En cuanto a seguridad en la playa, existe una
forma rápida de avisar a los servicios de emergencia
[75] a través de la aplicación Alpify. Con ella podemos
enviar una alerta a los servicios de emergencia
del 112 simplemente pulsando un botón rojo que
aparece en la pantalla del móvil. De esta forma se
envía información imprescindible para localizar al
[80] afectado como: las coordenadas en las que se sitúa,
el porcentaje de batería del móvil y todos los datos
que se hayan incluido previamente en la app como
alergias u otro tipo de problemas médicos. Lo mejor
es que se activa un localizador que envía nuestra
[85] posición cada tres minutos, muy útil también para no
despistarse en una playa demasiado concurrida.
Precisamente para evitar que los más pequeños
se pierdan, los wearables también facilitan que nuestra
estancia en la playa sea más segura. El Ayuntamiento
[90] de Castellón de la Plana ofrece cada año una pulsera
inteligente para poner a los pequeños y que contiene
un chip con los datos de contacto de los familiares,
algo que hace más fácil su localización en caso de
que el niño se pierda en la playa.
[95] Pero si necesitamos un artilugio más personal,
existen los relojes infantiles Pikavú que permiten
localizar al niño por geolocalización GPS. Es
resistente a los golpes, al agua y lleva un cierre
de seguridad que dificulta que el niño lo pierda. El
[100] reloj se comercializa junto a una cuota mensual que
permite el uso de su plataforma.
Si nos ponemos en el peor de los casos es crucial
tener algunos conocimientos de primeros auxilios.
Es importante haber asistido personalmente a
[105] algún cursillo previo sobre técnicas de reanimación,
pero si no hay más alternativa podremos echar mano
de la app Manual de Primeros Auxilios, que además
de indicarnos estas prácticas, nos informa de lo que
hay que hacer en caso de deshidratación, golpes
[110] de calor, esguinces o quemaduras, entre otros, que
pueden estropear un feliz día de playa.
Bañador, toalla y aplicaciones
Si lo que queremos es información puntual para
saber a qué playa dirigirnos hay aplicaciones como
[115] iBeach donde encontraremos fotografías y una
descripción de las playas con sus características,
servicios, información sobre el oleaje, el viento o
incluso la temperatura del mar. Playea, por su lado,
es otra app que nos indica qué playas son óptimas
[120] para ir con niños, las que tienen bandera azul, cuales
admiten el baño a perros, si cuentan con chiringuito
o si son nudistas. Su buscador permite filtrar a través
de 35 parámetros que harán que nos acerquemos
lo máximo posible a encontrar la playa de nuestros
[125] sueños. […]
Texto adaptado de Miguel Ángel Corcobado, publicado en El País, el 12/07/2017.
En el segundo párrafo, “...el Ayuntamiento de Torrevieja no solo volverá (…), sino que pretende fomentar…” (líneas 22 - 25), la segunda oración mantiene con respecto a la primera una relación de
HOW TO BE WISER
Wisdom is something that is hard to define and
yet somehow we know it when we see it. Wise people
stay calm in a crisis. They can step back and see the
bigger picture. They are thoughtful and self-reflective.
[5] Although intelligence helps, you can be intelligent
without being wise. Wise people tolerate uncertainty
and remain optimistic that even tricky problems do
have solutions.
Wise reasoning is associated with a whole
[10] lot of positives: higher life satisfaction, fewer
negative feelings, better relationships and less
depressive rumination, according to Igor Grossman
of the University of Waterloo in Canada. He and
his colleagues even found evidence that the wisest
[15] people might live longer. The wiser people were, the
higher their levels of well-being, particularly as they
got older. Intelligence made no difference to well-
being, probably because IQ levels do not reflect a
person’s ability to foster good relationships or make
[20] decisions in everyday life.
Grossman is convinced that wisdom is not simply
a stable trait that you either possess or don’t. It means
that at least we are wise some of the time. Think
back to yesterday. What was the most challenging
[25] situation you faced in your day? And how did you
work out what to do? Grossman put questions like
these to the participants in his recent study. People
wrote about being late for meetings because of the
traffic or the arguments they had with families and
[30] colleagues. The researchers examined their styles of
reasoning in order to assess their wisdom. Did they
recognise that their knowledge was limited? Did they
see any positives in what seemed on the face of it to
be a negative situation? He found that some people
[35] appeared to be wise sages in one situation, but not in
another.
So why the difference in different situations?
People were wiser when they were with their friends. It
made them more likely to consider the bigger picture,
[40] to think of other perspectives and to recognise the
limits of their own knowledge. When people were
alone they seemed to get so involved in a situation,
that they did not even think about alternatives. “We
are possibly all capable of some aspect of wisdom.
[45] It’s just not all the time,” says Grossman. If we can
be wise sometimes, maybe we can learn to be wise
more often.
For Cornell University psychologist Robert
Sternberg, wisdom is all about balance. A wise person
[50] is able to complete a mental juggling act – to balance
the short-term with the long-term, self-interest with the
interests of others, while considering all the options.
Following Sternberg’s model, what you need to do is
to remember to work out what all the different interests
[55] are in a given dilemma, both in the short and long-
term and to pay attention to the changing environment
and how it might be shaped.
In a kind of school of wisdom, Grossman has
experimented with different strategies in the lab.
[60] People were taught to take a different perspective by
imagining they were taking a bird’s-eye-view of the
situation or as if they were watching events as a fly on
the wall. The idea is to try to distance yourself from the
immediate experience. Even talking about yourself in
[65] the third person can help. Sometimes we could take
it a step further than speaking in the third person and
actually ask someone else what they think we should
do. We are often wiser about other people’s lives than
about our own
[70] Although we are bad at judging our own time-
frames, we are much better at working out other
people’s. In one study, students were asked to estimate
when they were likely to finish an assignment and
when other students would finish theirs. They were
[75] far better at guessing other people’s timings, because
they took into account unpredictable interruptions
such as getting the flu or coming home to find the
washing machine has flooded the kitchen. When it
comes to our own lives, our natural optimism seems
[80] to stop us factoring in potential problems.
So can you set out to be wise? Yes, but you need
to take into account that people will have different
goals, priorities and responses to your own, across
the short- and long-term. If you can juggle all that,
[85] you probably are showing wisdom. But the complexity
should not stop us from trying. As Grossman told me,
“It’s not that you suddenly become the next Buddha,
but you do become a little bit wiser.”
Available at: http://www.bbc.com/future/story/20170124-how- -to-be-wiser. Retrieved on: 24 Jan. 2017. Adapted.
In the fragment “And how did you work out what to do?” (lines 25-26), “work out” means to