Pequeño hermano
Es, no cabe duda, el instrumento más presente y más poderoso de todos los que entraron en nuestras vidas. Ni la televisión ni el ordenador, no hablemos ya del obsoleto fax o de las agendas o los libros electrónicos, ha tenido tal influencia, tal predicamento sobre nosotros. E! móvil somos nosotros mismos. Todo desactivado e inerte, inocuo, ya les digo. Y de repente, tras un viaje y tres o cuatro imprudentes fotos, salta un aviso en la pantalla, Con sonido, además, pese a que tengo también todas las alertas desactivadas. Y mi monstruo doméstico me dice: tienes un recuerdo nuevo. Lo repetiré: tienes un recuerdo nuevo. ; Y tú qué sabes? ;Y a ti, máquina demoniaca, qué te importa? é Cômo te atreves a decirme quê son O no son mis recuerdos? «Qué es esta intromisión, este descaro? El pequefio hermano lo sabe casi todo. Sólo hay una esperanza: que la obsolescencia programada mate antes al pequefio hermano y que nosotros sigamos vivos, con los recuerdos que nos dé la gana.
FERNANDEZ OD Disponivel em www lavanguardia comAcesso em: 5 dez 4018 (adaptado;
No texto, o autor faz uma crítica ao(a)