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Los jóvenes, vanguardia contra el cambio climático
La última oleada de la lucha contra el cambio climático tiene dos notas distintivas: está protagonizada por jóvenes y es global. Cada tanto, los viernes, jóvenes de medio mundo salen a las calles para exigir que se actúe contra el calentamiento y que se declare la emergencia climática. Así, adolescentes y universitarios de más de 1500 urbes — incluida Buenos Aires — y de unos 150 países celebraron una protesta el 24 del mes pasado, liderada por el movimiento Fridays For Future.
En la primera oleada, la cara del cambio climático fue Albert Arnold Al Gore, “el que iba a ser presidente de Estados Unidos”, tal como le gustaba presentarse tras su polémica derrota en las elecciones presidenciales de 2000 ante George Bush. Su exitoso documental Una Verdad Incómoda y el Premio Nobel de la Paz de 2007 lo convirtieron en un ícono mundial del rubro.
Otros sinónimos de la lucha contra el cambio climático fueron las secretarias de la ONU Christiana Figueres y Patricia Espinosa, hoy en el cargo. En 2014, el actor Leonardo DiCaprio tomó la posta y dio un resonante discurso en la sede de la ONU en Nueva York acerca de resiliencia climática, vida silvestre y ecosistemas amenazados. El también actor Arnold Schwarzenegger quizá también merezca ser citado como otro ejemplo de aquellos que llaman a la acción ante la urgencia de evitar que el cambio climático escale aún más. Pero la hora de todos ellos parece haber terminado, con un nivel de éxito más bien escaso. Ahora llegó una nueva ola, cuyos alcances todavía no se pueden calcular.
Si para todo hay un inicio, el de Greta Thunberg como musa climática mundial empezó el último agosto, cuando la joven activista sueca de 16 años resolvió manifestarse frente al Parlamento de su país. Su actitud decidida inspiró a su generación y promovió un movimiento ultra joven en favor de la ecología, diferente de los que lo precedieron.
Así lo rubrica la costarricense Katiana Murillo, coordinadora de LatinClima, que vuelve a depositar su confianza en los jóvenes. “No me cabe duda de que estas nuevas generaciones, cuando lleguen a los puestos de toma de decisión, van a hacer lo que las generaciones anteriores no han querido o podido hacer — señala. Pero la pregunta es si hay tiempo todavía, mientras eso sucede, o si lograrán hacerse escuchar ahora, cuando aún está abierta una ventana de oportunidad”.
(Martín de Ambrosio. www.lanacion.com.ar, 23.06.2019. Adaptado.)
En el último párrafo del texto, se le hace una pregunta indirecta al lector en cuanto a los efectos del cambio climático, que se podría reestructurar como: ¿Habrá tiempo todavía? Considerando esta reformulación y su valor temporal, la pregunta que presenta sentido equivalente es